A veces, el puerto de origen no es solo un lugar físico, también es el momento en que el miedo y la incertidumbre nos obligan a partir, dejando atrás aquello que más valoramos para proteger lo que más amamos. ¿Qué sentiste cuando tomaste la decisión de dejar Venezuela?
Vengo de las llanuras venezolanas donde había construido una vida como profesora de química. Compartía con mis estudiantes no solo conocimiento, sino la pasión por una vida mejor. Sin embargo, las sombras de la violencia y la inseguridad se abatieron sobre mi hogar. El legado de mi abuelo, un valiente canario que construyó su riqueza desde cero, nos puso en la mira de personas que querían aprovechar el caos para apoderarse del trabajo de los demás. Las tierras, vastas y fértiles, que mi abuelo había trabajado con esfuerzo, eran objeto de codicia en tiempos de convulsión política. Las amenazas se hicieron personales y un día el destino llamó a nuestra puerta con noticias alarmantes: dos antiguos estudiantes nos avisaron por afecto a su profesora: "Hay orden de secuestrar a tu hija y a tu sobrina". En menos de dos semanas, con el corazón encogido y la determinación firme, organizamos su partida hacia Madrid. Un salto impulsado por el amor y el instinto de protección..
Soy una mujer valiente y resolutiva. Ante la amenaza a mi familia, el único camino fue actuar, centrarme en cada trámite, en la urgencia, en lo logístico. Después de que se marcharon mi hija y mi sobrina, fue el momento de empezar a sentir la tristeza, la rabia y la culpa por dejarlas un tiempo solas en un territorio desconocido.
No siempre es una persona la que se queda esperando, a veces son los recuerdos, los sonidos y los olores que nos ligan a la tierra que dejamos atrás. Aunque partimos, nunca dejamos completamente esos lazos que nos dieron identidad. ¿Qué representa para ti esta "Penélope"?
Penélope, en este caso, no era una persona, sino un cúmulo de recuerdos y conexiones emocionales. La familia que yo deseaba no estaba en los lazos de sangre, sino en los amigos y mentores que he encontrado en mi camino. Francisco Barros De la Torre, un psicólogo que me ha guiado desde la infancia, es mi mentor y confidente, el ancla emocional que me preparó para el dolor de la partida y los cambios que vinieron..
Dejé atrás la calidez de las comidas venezolanas, el aroma del café recién hecho, y los sonidos de la música llanera que resuenan en mi corazón. En cada despedida, dejé un trozo de mi alma, pero me llevé conmigo la fuerza de los recuerdos y la promesa de un futuro seguro para mis hijas..
El cuerpo refleja cada transformación, y no solo los cambios físicos nos definen. En la piel llevamos inscripciones de nuestras luchas, y en la carne los rastros de los sacrificios y la fe que nos impulsan. ¿Cómo ha sido la transformación de tu cuerpo un reflejo de los cambios internos que has vivido desde que dejaste tu hogar?
Llevo un tatuaje en mi piel desde que estoy viviendo en mi nueva tierra que representa mi mayor mantra: "Todo se puede con fe, esperanza y amor; lo que queda no importa". Tengo la profunda fe de que Dios está siempre conmigo.
Mi cuerpo ha cambiado para adquirir más salud, muchos kilos se van con las migrañas. Una transformación que refleja mi viaje interno, resiliencia y capacidad de adaptarme para sobrevivir.
Las tempestades del viaje no son solo las externas. A menudo, las luchas más grandes son las internas y intentan derribar nuestra determinación. ¿Qué te permitió mantener tu fortaleza y encontrar la luz en medio de las tempestades que se presentaron?
Partir no fue fácil. Dejar atrás lo que se conocía, aunque peligroso, y lanzarse a lo incierto, requería un valor inmenso, pero no había más opción con una hija ya en camino. En el nuevo país, las dificultades continuaron. El primer mes, enferma y sin trabajo, fue un reto; la adaptación, un proceso lento y doloroso. Pero nunca me dejé vencer. Mi fortaleza ha sido probada una y otra vez, y en cada tormenta he encontrado una luz, un faro que me guiaba: mi fe, el amor por mis hijas y mi espíritu indomable para salir adelante.
En tu travesía, ¿cómo identificaste a los enemigos y a los aliados en tu vida?
Mis enemigos no eran solo personas, sino circunstancias y miedos. La violencia, la corrupción y la inseguridad fueron mis mayores antagonistas. Pero en el camino he encontrado aliados valiosos: mi comunidad elegida, mi fe y mi inquebrantable optimismo. En el camino he consolidado la perseverancia y mi capacidad de adaptación, que han sido mis mejores armas en esta odisea..
¿Qué te hizo ignorar las advertencias y las voces de duda para seguir adelante?
La duda y el miedo han estado rondando. "No podrás, será duro". Pero también hubo voces que me animaron: "El futuro está allí, allí todo será mejor". En mi interior, sabía que tenía que moverme. No había tiempo para vacilaciones; la seguridad de mis hijas y mi propia paz mental estaban en juego. Me dije que podía hacerlo, que tenía que hacerlo.
¿Cómo visualizas tu vida hacia adelante? ¿Cuál es ese destino, tu Ítaca?
Mi sueño era un lugar de paz y seguridad, un futuro donde mis hijas pudieran crecer sin miedo. Incluía establecer un negocio propio, empezar desde cero y construir algo nuevo con mis manos. Cada día, mis metas me impulsan hacia adelante, hacia un destino mejor.
A medida que enfrentamos los retos más grandes, solemos descubrir cualidades en nosotros que desconocíamos, una especie de poder interno que nos impulsa a seguir adelante, incluso en los momentos más oscuros. A medida que has enfrentado las dificultades de tu viaje, ¿qué habilidades o características personales has descubierto en ti que te han sorprendido y te han ayudado a superar los obstáculos más duros?
He descubierto que tengo superpoderes a lo largo del camino. Mi perseverancia, resiliencia y optimismo me han mantenido a flote durante las peores circunstancias. Cada desafío me hace más fuerte, y mi capacidad de no conformarme, de ser meticulosa y exigente conmigo misma, me permite avanzar sin desfallecer. He demostrado que siempre había una manera de avanzar.
¿Qué has descubierto sobre ti misma al adaptarte a nuevas costumbres y mentalidades, y cómo te ha sorprendido la fuerza que has encontrado en tu capacidad de adaptación?
En Tenerife, encontré una comunidad de familiares y amigos que me recargaron de energía y esperanza. Y mientras pueda volver a visitar Venezuela cuando los vientos cambien, es un lugar para recargarme y seguir adelante. En Barcelona aprendí que soy capaz de adaptarme a nuevas costumbres y mentalidades, y descubrí en mí una fuerza que no sabía que poseía. Cada día es una oportunidad para superarme, para demostrar que puedo con todo lo que se presente..
A veces, los momentos más significativos se esconden en los gestos más cotidianos, donde una experiencia inesperada puede ofrecernos una nueva perspectiva sobre nuestras decisiones y el camino que hemos tomado. En tu trayecto, ¿hubo algún evento aparentemente sencillo que, al vivirlo, te reveló un significado más profundo sobre el propósito de tu viaje?
Fui una auténtica heroína, no solo por lo que logré, sino por la manera en que viví mi vida, buscando siempre la luz en medio de las tormentas.